Han pasado casi dos años desde que me di cuenta que era asexual y nunca me he sentido más cómoda y confiada en mí misma”. Esta declaración de “Sam” en Twitter es una de las miles que se han hecho públicas en redes sociales desde el pasado 8 de mayo, cuando jóvenes del mundo sorprendieron a los internautas al declarar abiertamente que no les atrae el sexo e instauraron el “Día de la visibilización Asexual”.
Con la etiqueta #AceDay, que ese día tuvo alrededor de 15 mil menciones en Twitter, Facebook, Instagram y Tumblr, manifestaron su desinterés por el sexo y, a partir de allí, siguieron expresándose: “Soy alorromántico asexual, no soy fuerte, no soy una planta, ¡soy real!” escribió Marlon Ocampo en Twitter.
El as del póker fue el símbolo escogido para manifestar las diferentes formas de ser asexual, según ellos:
El as de corazones representa al “alorromántico asexual”, quien siente atracción romántica hacia personas de uno o varios géneros, pero que no siente ningún impulso sexual.
El as de picas simboliza a los “arrománticos asexuales”, quienes no sienten ni atracción romántica ni sexual por nadie.
El as de diamantes representa al “demirromántico”, “demisexual”, el “gris-arromántico” y el “gris- asexual”, quienes sienten atracción romántica o sexual únicamente hacia personas con las que tienen una conexión emocional fuerte, o que experimentan ese tipo de atracción de forma inusual, y no con la suficiente intensidad como para que les mueva a actuar.
Y el as de trébol se utiliza para representar a quienes se reconocen dentro del espectro asexual, pero están inseguros o se cuestionan sobre su orientación romántica.
Con estos códigos, publican ‘selfies’ que revelan la corta edad de quienes hacen parte de esta manifestación: entre 14 y 20 años aproximadamente.
¿Novedad?
Desde 2001 existe una comunidad digital llamada AVEN (Asexual Visibility and Education Network), en la que hay más de 70.000 miembros registrados que se declaran asexuales, residentes en los cinco continentes.
Luego, el experto en sexualidad humana Anthony F. Bogaert, publicó en 2012 el libro “Entendiendo la asexualidad”, en el que explica que hay un factor biológico en las etapas prenatales que causa una predisposición, pero la cultura también impacta.
Así que la asexualidad no es un invento de ahora, pero, ¿por qué se habla de esto si el deseo sexual es inherente al ser humano desde su nacimiento?.
Carlos Pol Bravo, máster en Sexología de la Universidad de Valencia, explica que la asexualidad sí existe y se da por tres factores:
Hormonal, que es cuando hay carencia, por ejemplo, de progesterona o testosterona.
Anatómica, que pasa cuando hay algún tipo de atrofia genital. O por sexualidad negativa, que es cuando la persona ha sido víctima de acoso, agresión o violación.
“De resto, lo demás es moda, una forma de llamar la atención o lo que en la psiquiatría llamamos ‘histeria colectiva’”, afirma el experto Pol Bravo, que además es psiquiatra. “Es nefasto y contraproducente tener en cuenta la opinión de los menores de edad en este tema, puesto que no tienen un pensamiento y conocimiento estructurado. Los adolescentes, a su edad, deben estar es en clases de sexualidad”, complementa.
Por su parte, la especialista en psicología clínica Chiquinquirá Blandón, habla desde el punto de vista de sus pacientes: “he tenido personas que llegaron a experimentar tardíamente el deseo sexual por otra persona (a los 30 años), cuando encontraron a alguien con el que se vincularon emocionalmente y desde allí surgió la chispa de la pasión”.
Por esto, será mejor esperar que estos adolescentes, hoy “asexuales”, crezcan y se desarrollen completamente para saber si están experimentando una moda o no.
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